Bando: Izquierda y/o Republicanos - Otros | Municipio: ANDUJAR |
Historia:
41 años, abogado, natural de Portugalete (Vizcaya) y vecino de Andújar, casado con Teresa Linares Cruz.
Auto resumen. Andújar, 12 agosto 1939:
– De ideas republicanas pero amante del orden de gran rectitud y honradez que no desarrolló actividad alguna ni estuvo afiliado a partidos políticos ni sindicales antes de la guerra.
– Vino a Andújar a finales de 1934 para ejercer su profesión de abogado y desde entonces mantuvo su propósito de no pertenecer a ningún partido político, siendo en realidad un inadaptado a los regímenes que se sucedieron en nuestra patria excepto la dictadura de Primo de Rivera con la que simpatizó porque ninguno de ellos logró la implantación de una justicia social, efectiva y humana que él deseaba y hay quien como el señor Pinzón lo considera persona muy aprovechable en la nueva España por estar muy identificado con los principios que la informan, no obstante sentía tendencia al izquierdismo más siempre estuvo disconforme con la anarquía que produjo.
De indudable catolicismo nunca dejó de concurrir a los actos religiosos donde no se mostró tacaño en los donativos que durante la celebración de los mismos hacía a la iglesia sin embargo en una ocasión con motivo de haber entonado el armonio la marcha real en el momento de alzar durante el santo sacrificio de la misa, una vez terminada esta, exteriorizó su opinión adversa manifestando que implicaba intervención de la iglesia en cuestiones políticas que no debía tolerarse.
– Se afilió a Izquierda Republicana el primero de septiembre de 1936 al parecer por la presión del ambiente y el 5 de noviembre del mismo año se le nombró por aclamación, tesorero del citado partido, cargo que según el procesado era de aceptación forzosa pues el reglamento establecía la expulsión del miembro que rechazara el primer cargo para el que fuese designado y ello era peligroso entonces y necesitaba la filiación política para poseer salvoconducto, añadiendo que limitó su actuación a la inherente a dicho cargo y se negó a aceptar después de la presidencia y otras funciones que quisieron desempeñara. Como tesorero se negó a ingresar la renta pagada por el arrendamiento de la planta baja de un edificio que tenía incautado dicho partido, devolviéndosela al citado inquilino para que le entregase a su legítimo propietario.
– Desde primeros de marzo de 1935, era el procesado empresario de los salones de espectáculos públicos de Andújar y hasta la fecha de iniciación de la guerra no los utilizó exclusivamente para fines de propaganda izquierdista puesto que contrató artistas de tan calificado derechismo como González Marín y García Sánchiz.
– Proyectó una película representativa de La Pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo, invitándose a sacerdotes, monjas, niños y ancianos de los asilos para presenciarla gratuitamente en sesión privada.
– En la campaña electoral previa a las elecciones de febrero de 1936, facilitó las salas de espectáculos para la coalición de derechas que realizaba sus actos públicos de propaganda aunque estos se renunciaron y realizaron sus actos en el cine Tivoli, uno de derechas y otro de izquierdas mediante el pago del mismo alquiler.
– El 25 de julio de 1936 se incautó la Federación Deportiva del cine Tivoli, continuando por ello el procesado solamente la explotación del cine de verano hasta que al finalizar la temporada, temerosos los empleados de quedar cesantes consiguieron que el 22 de septiembre el aludido organismo autorizara al señor Porras para seguir explotando el citado local sin pagar renta, no obstante quedaba a disposición de la Federación para celebrar las funciones que tuvieran convenientes. El 26 de enero de 1937 se incautó esta sala el Sindicato Provincial de Espectáculos Públicos que nombró dos delegados de control y designó al procesado, Delegado Administrativo con funciones similares a las de gerente, retribuyéndole con el sueldo de 25 pesetas diarias y el 8 de junio de 1938 el sindicato provincial cede el cine al Sindicato Local de Espectáculos que acababa de constituirse en Andújar continuando el procesado con el mismo cargo hasta el final de la guerra.
– El procesado por no tolerar desmanes sufrió vejaciones y una persecución tan sañuda de los empleados que el primero de octubre de 1937 lograron su detención acusándolo de fascista peligroso permaneciendo 15 días detenido en el cuartel de Asalto donde adquirió una pleuresía seca pero por las gestiones de varias personas fue libertado.
– En el mes de noviembre enfermó y aún en este estado la Asamblea Provincial de Izquierda Republicana lo designó Delegado de Zona en el partido judicial de Andújar, que aceptó por tener conocimiento de que se proponían volver a detenerlo. Sus funciones en el nuevo cargo eran las de asistir como representante de zona a las asambleas provinciales que se celebraban en Jaén, recordando que asistió a 4 o 5 donde no expuso cuestiones de trascendencia sino de orden interno de la guerra.
– Se supone que el procesado se incautó de muebles propiedad de Dª María Arroyo ordenando su traslado al cine Tivoli para utilizarlos en funciones de teatro los cuales no se devolvieron después pero esta sospecha se desvanece porque fue la Federación Deportiva Obrera la que dispuso de los muebles.
– Se le acusa de haber entregado un 5 o 10% de la recaudación del cine Tivoli a beneficio de las milicias rojas, pero puede ser un impuesto que mediante concierto tenía que abonar al Sindicato Provincial que tenía incautado el teatro. El procesado a pesar de que no era el propietario defendió el teatro ante una columna de la CNT que intentaba destrozarlo y alojarse allí.
– No se atrevió pasarse a la zona nacional por la pleuritis que padecía.
– En el mes de abril de 1936 en unión de varias personas de diversa tendencia política, decidieron fundar una asociación que se denominó “Centro Cultural” con carácter absolutamente apolítico, según afirman sus fundadores pues solo se proponía difundir la cultura por medio de conferencias sobre temas científicos, celebración de exposiciones, instalación de una biblioteca y organizar clases de idiomas, sirviendo al mismo tiempo de lugar de descanso y tertulia de los socios, provista de ambigú, prohibiéndose toda clase de juegos a fin de evitar que se convirtiera en un casino, desvirtuándose con ello el matiz estrictamente cultural que la entidad iba a tener. Fue constituida el 24 de abril en cuya reunión se nombró al procesado vocal de la junta de gobierno, cuyas funciones ejerció hasta el 4 de enero de 1937 cuando fue renovada la junta cesando en dicho cargo y en la renovación que se hizo de esta el 4 de enero de 1938 se designó al procesado bibliotecario de dicha entidad ejerciendo estas funciones hasta el final de la guerra.
Deseosos los fundadores de que pertenecieran a la asociación el mayor número posible de personas de relieve intelectual de esta ciudad para mejor lograr de sus fines, circulando en este sentido invitaciones pero ciertos sectores destacados de personas de derechas entre ellos la banca privada local, se resistieron a ingresar en la misma recelando no fuera sincero el apoliticismo que propugnaban dichos fundadores ya que la mayoría de ellos eran personal de ideas de izquierdas y además suponían eran los mismos que poco antes intentaron sin éxito constituir un centro de Izquierda Republicana por lo que creyendo que el tal apoliticismo podía ser un ardid para atraer a personas de derechas hacia la política izquierdista decidieron inferir su ingreso en el Centro Cultural hasta cerciorarse de sí en realidad carecía de matiz político determinado. Esto originó una antipatía de los directivos de la asociación hacia dichos sectores que se reflejaba en el punto de admisión de socios del acta de la junta de gobierno de 26 del mismo mes de abril. Antipatía que llegó a convertirse en violenta pugna cuando los directivos bancarios se opusieron a que ingresaran en el Centro Cultural unos empleados a sus órdenes que se proponían aprender idiomas motivando la inserción en el número 5 del semanario “Atalaya” siendo el artículo titulado “A los dirigentes de la Banca Local” redactado por D. José del Castillo Folache, recogiendo la inspiración de varios socios en que se censuraba tal conducta por lo que continuaron desoyendo las reiteradas invitaciones que el presidente de la citada entidad cultural les hizo para formar parte de la misma a fin de que cesara tal enojosa hostilidad.
– Las actuaciones no comprueban que tuviesen el repetido Centro Cultural un encubierto matiz izquierdista y masónico, por las siguientes razonas:
-Primera porque no es cierto que fuera fundado por las mismas personas que fundaron el partido de Izquierda Republicana ya que este lo fundó un maestro republicano llamado D. Sebastián García Jurado y no formaron parte del mismo los fundadores del Centro Cultural.
– Segunda porque estos últimos no eran todos elementos de izquierda ya que entre ellos estaban algunos de ideología derechista como D. José Sánchez Pinzón, D. Juan Hernández y D. José del Castillo Folache (asesinado éste por los rojos).
– Tercera, aunque en el acta de constitución se dice que la entidad tiene por objeto agrupar a cuantos sienten amor a la cultura y anhelos de convivir en un ambiente propicio al intercambio de ideas sin limitación alguna, es posible que sea cierta la afirmación del procesado y de los restantes fundadores que solo quisieran referirse a ideas culturales excluyendo por tanto a las políticas.
– Cuarta, porque a pesar de que en el punto publicidad del acta de la asamblea general de 29 de mayo de 1936 se acuerde la publicación de un periódico denominado Atalaya e insinuándose que sería una especie de portavoz del Centro Cultural y en el cual muchos de sus artículos tienen acentuado tono izquierdista, es también factible que no por eso reflejaran un matiz político ya que los colaboradores escribían bajo la responsabilidad de su firma no de la Asociación y al parecer fue fundado dicho semanario para incrementar los fondos de aquella con los anuncios que en este se insertarían.
– Al iniciarse la guerra en esta comarca fueron detenidos el 11 de octubre de 1936 todos los componentes de la banca privada local y el notario D. Santiago Oliver Román con su hijo hacia el cual existía hostilidad por parte de los directivos del Centro Cultural porque también se negó a ingresar en este, practicando estas detenciones unos policías que llegaron de Jaén creyéndose que fue allí donde se presentó la denuncia, siendo digno de resaltar que no parece fueran ordenadas por las ideas derechistas que particularmente tuvieran los detenidos sino que seguramente ordenaron las autoridades rojas de la detención de la Banca en su conjunto como institución y la del citado notario sin haberse comprobado más motivo para ella que la pugna con el Centro Cultural.
– El artículo contra la usura y la banca publicado en el semanario Atalaya no fue escrito por el procesado y probablemente lo fuera el señor Castillo Folache recogiendo ideas de varios socios entre ellos el procesado.
– En los comienzos de la contienda con motivo de haberse producido las primeras víctimas a causa de un bombardeo de la aviación nacional, el procesado y varios miembros más del Centro Cultural entre los que se encontraba el presidente de la entidad, acordaron abrir una suscripción en beneficio de los heridos y familias de los muertos a consecuencia de la guerra. Posteriormente se repartió un manifiesto con fecha 25 de julio de 1936 invitando al pueblo a contribuir con dicho fin, en la que la asociación se pronunciaba fiel al gobierno de la República como poder legítimo calificando de elementos subversivos que quebrantaron la palabra de honor a quienes cumplían entonces el sagrado deber de salvar la Patria iniciando el Glorioso Movimiento siendo el manifiesto redactado exclusivamente por el presidente de la entidad, Diego Flores.
El procesado repartió tres de sus ejemplares en el café de Rica, lográndose reunir gran cantidad de dinero que fue distribuido a los familiares de las víctimas.
– Durante la contienda el centro se convirtió en un refugio de las personas derechistas, donde haciéndose visibles ocultaban sus miedos pero al mismo tiempo se vio invadido por los milicianos rojos lo que produjo el malestar de los directivos. Para evitar la presencia de la horda marxista idearon convertirlo en una asociación privada filial de la Regional Andaluza de Intelectuales Antifascistas (R.A.D.I.A.) donde solo tuvieron entrada los afiliados de esta organización siendo el procesado uno de los miembros de la comisión organizadora siendo tan considerable el número de personas de derechas que solicitaron su ingreso, que temieron llamar la atención de los rojos y sufrir sus persecuciones por lo que no llegó a constituirse y entonces decidieron suprimir el ambigú que era el principal y tal vez el único aliciente que encontraban los milicianos en el Centro Cultural.
– Por inexistencia de pruebas no se demuestra que el procesado publicara en el citado semanario Atalaya, artículos sin firma u ocultaba esta con seudónimos, extremo interesante porque el citado periódico se insertan junto a artículos de claro sentido izquierdista otros sobres cuestiones locales o de carácter doctrinal y si fuese ciertas las manifestaciones del procesado de que solo publicó los que aparecen con su nombre, salvo el titulado “Homosexuales” que lleva la inicial P por abordarse en ellos cuestiones acertadamente tratada y una diatriba contra el caciquismo local, carecen de trascendencia política. El procesado era solo colaborador de entre los varios que escribían y quien en realidad actuaba de director y se encarga de la mayor parte de la redacción era D. Manuel Soria Ramírez afecto al izquierdismo.
– Se le imputa que festejaba y se le alegraba de los triunfos de los marxistas, afirmando que fue a causa de la situación de terror que entonces se padecía y con el fin de alojar sospechas, comentó las operaciones militares en un sentido favorable al Ejército Popular cuando había público con el que convenía aparentar identificación que nunca sintió.
Cuando tenía oportunidad hablaba a favor de las tropas nacionales deseando su triunfo y la liberación de la ciudad, acreditándose que en 1936 y parte de 1937 se reunía con elementos de derechas para oír clandestinamente las emisiones de las radios nacionales, charlas del excelentísimo señor general Queipo de Llano y los partes de guerra del Generalísimo, siguiendo en un mapa los avances de las tropas nacionales.
– No parece cierta la acusación que se le hace consistente en haber escrito con lápiz el procesado al pie de la lista de prisioneros nacionales que los marxistas hicieron en el frente de Guadalajara publicada por la prensa roja, una nota irónica que decía: “estos son los nacionales” cuyo ejemplar estuvo expuesto en el tablón de anuncios del Centro Cultural porque además la única razón de ciencia que da el acusador para dirigir esta imputación al procesado es la dudosa e inconsistente, de que conocía su letra, son más verídicas las declaraciones donde se niega que el procesado escribiese tal comentario añadiendo que lo que se exhibió en el tablón de anuncios fue una fotografía de los citados prisioneros, en cuyo dorso enviaba al remitente, que era un socio del centro, saludos para los miembros de este por lo que el presidente estimó oportuno darle publicidad.
– Se le acusa de que un domingo del mes de septiembre de 1936 en ocasión de comentarse la forma que los rojos cometían los asesinatos de Linares, dijo el procesado: “aquí convenía hacer lo mismo pues según tengo entendido creo que el arresto está lleno de presos”, frase que el procesado negó y ante la falta de cita por el denunciante de testigos presenciales solo puede revelar el extremo careo, siendo posible que la pronunciase impulsado por el miedo y con el exclusivo fin de situarse bien ante los elementos marxistas.
– Se le imputa haberse reunido en el centro con los asesinos Miguelón y Gata comentando con regocijo los crímenes que estos cometían pero las diligencias convencen de la falsedad de esta imputación ya que en el careo se desvirtúa. El procesado no comentó los asesinatos sino que se limitaba a sentir con gesto, siendo contadísimas veces las que Miguelón penetró en Centro Cultural y su presencia allí repugnaba tanto al procesado como a los demás.
En una ocasión que tuvo que hablar con Miguelón, el procesado llegó asqueado a su casa manifestando que iba al cuarto baño a enjuagarse la boca por la repugnancia que lo escuchado le había producido renegando en su domicilio que en el Centro Cultural se hubiese metido toda la canalla roja y más de una vez entró en la cocina de la asociación cuando estaban los milicianos en el centro, ordenandole al conserje que no los dejara entrar lo que no hizo para evitar represalias.
– Se le acusa de que en unión de otros vistiendo todos mono azul y llevando armas largas, presenció el asedio del Santuario desde terrenos próximo a éste, alegrándose del bombardeo de que eran víctimas y festejo con copazos de vino el derrumbamiento del sagrado lugar. Contrastando las acusaciones con las declaraciones del procesado, estuvo en 3 veces en las cercanías del sitio pero solo en una de ellas hubo ataque que presenció el procesado con sus acompañantes desde la casilla del Encinarejo vestido de mono sin hacer comentario alguno pudiendo demostrar este extremo D. Tomás Escribano, médico que prestaba allí sus servicios y el practicante D. Enrique Ocaña Colomo que estaba junto a él, limitándose el procesado a comentar las operaciones. No celebraron nada sino que fueron invitados por los milicianos rojos con un aperitivo de vino y una especie de pote que les dieron habiendo ido el procesado al lugar por invitación del médico señor Valdés que tenía que visitar los puestos de socorro de cuya inspección estaba encargado siendo la única vez que vistió mono el cual le había prestado D. Fernando Romero Carrillo con el fin de llevar un traje acorde a las circunstancias.
Se le imputa haber subido al Santuario la tarde que fue tomado por las tropas marxistas festejando con botellas de vino esa conquista y al pasar prisioneros los heroicos defensores, el procesado y sus acompañantes les decían “creíais que ibais a estar ahí toda la vida”. Por el contario el procesado reconoció que un automóvil subió al lugar para dirigirles palabras de aliento y ánimo siendo interesante anotar que el testigo Luis Duque Martínez, puede acreditar la certeza de la frase siendo también cierto que felicitó a los oficiales rojos dándoles la enhorabuena por la caída del Santuario permaneciendo parados con el coche en la puerta de peones camineros un cuarto de hora como máximo, sin festejar ni allí ni en el centro con vino el hecho
– El procesado se concertó con José Figueroa Valenzuela para sustraer 22.000 pesetas al abogado D. Pascual Jiménez Prieto valiéndose de milicianos armados, las que serían repartidas entre ellos en la forma y cuantía que previamente habían acordado no llegando a consumarse el hecho por la oportuna intervención de una autoridad local. Fue imposible esclarecer si existió o no esta connivencia de que se acusa al señor Porras ya que las diligencias practicadas sobre este extremo acreditan únicamente que éste se limitó a escribir a máquina con redacción jurídica unas notas sobre reclamación de sueldos, gastos de administración, etc., que le entregó el Figueroa Valenzuela por cuyo trabajo no quiso cobrarle honorarios afirmando el procesado que intervino como técnico desconociendo el fondo del asunto sin que de lo expuesto deba presumirse que fuera coautor de la tentativa de sustracción aludida, no solo porque el citado Figueroa lo niegue en su declaración sino principalmente porque de la manera en la que se desarrolló la entrevista entre ambos, relatada al parecer son sinceridad, por Manuel Mena Cobo no puede inferirse tuviera el procesado la participación que se le atribuye en los 3 informes donde consta la acusación.
– Se le imputa al procesado el haber patrocinado las reclamaciones de salarios indebidos que durante la guerra formularon los obreros citándose como caso concreto una reclamación de jornales que le hicieron unos albañiles de D. Francisco de la Torre, el cual les había satisfecho antes de la guerra. Se aclara por el propio hijo del señor de la Torre que accedió a pagar los jornales indebidos cuando el procesado le dijo que debía pagarlos porque en la situación existente por la más mínimo era asesinado un hombre, declarando el procesado que no recuerda muy bien esta situación suponiéndole que le aconsejaría de una manera particular sin hacerle objeto de coacción alguna.
Cristóbal Fernández Gutiérrez el cual fue presidente del Frente Popular declara recordar vagamente que el procesado tuviera intervención en el tema creyendo que fuera como asesor técnico, en una denuncia que los obreros del cine y de las fincas rústicas propiedad ambas de D. Bonoso Lara Mercado, formularon al parecer verbalmente contra éste ante el Frente Popular reclamándole salarios, demostrándose que no intervino el procesado en la reclamación del cine a D. Bonoso Lara, la cual según uno de ellos se la hicieron directamente por carta particular. No ha podido comprobarse que patrocinase la reclamación de los obreros de las fincas rústicas, extremo que niega el procesado acreditando documentalmente que durante toda la guerra no se opuso a la suspensión de un pleito civil que había iniciado antes de la guerra contra el citado D. Bonoso reclamando daños y perjuicios derivados de la industria del cine porque en aquellas circunstancias este señor se encontraba en Madrid, no podía atender debidamente a su defensa, de donde se deduce que no tenía el procesado intención de perjudicarle.
– Ante el riesgo que se corría en el periodo rojo defendió gratuitamente ante el Tribunal de Industria al patrono Dª María Josefa de la Cal de una reclamación injusta de salarios que le hacía un obrero que había sido antiguo criado y a pesar de ser evidente la improcedencia de la demanda perdió el asunto porque los vocales patrones no se atrevieron a votar a favor de su patrocinada a causa del miedo que sentían.
Entre los descargos que alega han tenido comprobación en la causa los siguientes:
– Que socorrió con 100 pesetas a Manuel Martínez Jimena y su esposa para que pudieran ir a Jaén cuando huía perseguido por los rojos de Villanueva de la Reina que lo buscaban para asesinarlo.
– Con el consiguiente peligro asistió como testigo de descargo en la vista del juicio ante el Tribunal Rojo de Jaén instruida contra Dª Trinidad León Sola haciendo en ella una defensa tan valiente y categórica que a pesar de estar demostrado que desempeñaba el cargo de secretaria de Acción Popular y era además presidenta de la catequesis parroquial, fue puesta en libertad.
– Se ofreció a actuar de testigo de descargo y gestionó la libertad de Francisco Chamorro Expósito quien manifestó sobre el procesado que era una persona correcta y educada en el seno del partido de Izquierda Republicana defendiendo a las personas de derechas afiliadas al mismo y se oponía a que se cometieran desmanes .
Auto provisional de sobreseimiento.
El inculpado. Cárcel de Andújar, 1 abril 1939:
El 18 de julio de 1936 se encontraba en esta ciudad donde venía ejerciendo su profesión de abogado desde 1934, siendo además desde primeros de marzo de 1935 empresario de los Espectáculos Públicos de Andújar.
A los 3 meses de iniciarse la guerra y por serle preciso para el desenvolvimiento de su negocio se afilió al partido de Izquierda Republicana, siendo nombrado a los 4 o meses tesorero de la organización, cargo forzoso por lo que no pudo rechazarlo como hubiera sido sus deseos. Posteriormente quisieron nombrarle presidente de la organización y como dicho cargo podía ser renunciado dijo que no. Como no compartía el criterio o mejor dicho la manera actuar del partido en esta localidad y los dirigentes de la política cuya actuación fue censurada públicamente, fue sometido a una vigilancia por el alcalde, Francisco Vílchez, siendo posteriormente detenido en primero de octubre de 1937 en el Cuartel de Asalto donde permaneció 15 días, saliendo por haber adquirido durante su detención una pleuresía. Que estando enfermo se celebró en Jaén una asamblea provincial en la que fue designado Delegado de Zona que comprendía los pueblos del partido judicial de esta población, cargo que aceptó considerándolo como una garantía para su persona ya que como ha dicho anteriormente era considerado como sospechoso por haber sido denunciado como fascista peligroso. Aunque aceptó el cargo no realizó visita alguna a ningún pueblo ni acto como derivado del mismo, como lo demuestra el no haber escrito ningún escrito en el periódico Nueva Política, órgano del partido, ni haber intervenido en ningún acto público.
Queriendo el Frente Popular incautarse de la industria del cine, lo impidió el declarante y a tal efecto se trasladó a Jaén, consiguiendo que el Sindicato de Espectáculos Públicos se hiciese cargo del cine, dejándolo a él al frente y a todos los demás operarios con un sueldo, logrando de esa forma salvar el negocio como lo demuestra que seguidamente a terminar la guerra continúo el cine funcionando.
Por su profesión le fueron ofrecidos cargos remunerados. Durante la guerra no ha ejercido su profesión pues ni siquiera ha pasado la contribución. Durante dicho periodo de tiempo no ha contribuido a las suscripciones ni alojamientos, habiendo rehusado todo trato con los elementos civiles y militares que mandaban la ciudad, habiéndose concretado a su negocio del cine.
Con anterioridad a la guerra no perteneció a ningún partido político, habiendo ostentado durante la Dictadura del General de Primo de Rivera el cargo de Juez Municipal en Espinosa de los Monteros de la provincia de Burgos y Diputado Provincial Suplente en dicha capital.
En la explotación del cine Tivoli con anterioridad al inicio de la guerra, contrató a elementos derechistas tan acentuados como son: señores González Marín, García Sánchiz, habiendo accedido a conceder el monopolio a las organizaciones de derechas para sus actos políticos como los de propaganda a las elecciones de 1936 y habiendo contribuido a la suscripción que las mismas organizaron con la cantidad de 25 pesetas.
No ha escrito libro alguno de tendencia izquierdista y solo por los meses de mayo y julio de 1936 escribió 2 artículos en el semanario local titulado “Atalaya”, uno contra la usura y otra contra el caciquismo, cuyos artículos o mejor dicho unos ejemplares del citado periódico los entrega al Juzgado para que pueda apreciarse la orientación de los mismos. En 1936 y en el mes de abril fue vocal de un Centro Cultural situado en la calle del Prado núm. 6, cuyo centro tenía carácter apolítico, como lo prueba el hecho de pertenecer al mismo personas de todos los matices políticos, siendo su finalidad exclusiva la de difundir la cultura por medio de conferencias e incluso algunas de carácter religioso y con biblioteca para todos los asociados y con la finalidad de que llegase a ser pública.
Sobre su conducta social pueden deponer, D. Argimiro Rodríguez Álvarez que vive en la Corredera de San Bartolomé, D. Luis Chamorro de profesión corredor de comercio o agente comercial, D. Rafael Marín, dueña del bar Rafalito, D. Pedro Heredia médico con domicilio en la calle Corredera de San Bartolomé y D. Francisco Arias Abad, con residencia en la Corredera de San Bartolomé.
El testigo, Francisco Arias Abad. Andújar, 3 abril 1939:
Conocía al inculpado desde que llegó a la ciudad de Andújar habiendo tenido trato casi diario, pudiendo decir que se trata de una excelente persona sin haber realizado acto alguno contra la causa nacional y mucho menos de adhesión a la roja.
Cree que si se afilió a Izquierda Republicana fue por la presión pues todos los vecinos de la localidad tenían que pertenecer a un partido político o sindicato y quien no lo hacía se le consideraba enemigo del régimen rojo.
Recuerda que en el cine Tivoli del que era empresario, se dieron mítines por las organizaciones de derechas con motivo de las elecciones de febrero de 1936 concretamente el señor García Sánchiz.
El Centro Cultural lo considera con una significación anti política y su misión era exclusivamente difundir la cultura perteneciendo al mismo elementos de derechas y de izquierdas incluso católicos fervorosos dándose en el mismo, conferencias en este sentido.
El señor Porras estuvo preso durante la guerra por haber sido considerado enemigo de la causa roja siendo visitado el declarante por un policía rojo quien pretendía encontrar un número del periódico El Guadalquivir de la localidad donde según se decía Porras había escrito un artículo contra el régimen rojo. Este periódico era de matiz derechista y órgano oficial del partido de Acción Popular en cuyo periódico el que declara escribía con relativa frecuencia artículos de distinta índole siendo este el motivo por el que le policía fue a buscar el número que se ha hecho referencia.
Durante la guerra había cambiado impresiones casi diarias sobre la marcha de las operaciones celebrando ambos el triunfo de las fuerzas nacionales.
Sin sentencia.
Declarantes:
ARIAS ABAD, FRANCISCO
RODRIGUEZ ALVAREZ, ARGIMIRO
MEDINA CABAS, FERNANDO
HEREDIA RUIZ DE CASTAÑEDA, PEDRO
MARIN JORDAN, RAFAEL
ARROYO, MARIA
PLAZA MARTOS, ANA
TORRES LEON, JOSEFA
BELTRAN MORENO, MANUEL
ESCRIBANO SERRANO, TOMAS
OCAÑA COLOMO, ENRIQUE
GARCIA GARZON, RAMON
MORALES GOMEZ, MANUEL
CALZADO GARCIA, MANUEL
ELIAZAGA OJEDA, GUSTAVO
OJEDA CHACON, LUIS
TORRES GUTIERREZ, JOSEFA
OSUNA ARDISONI, CARLOS
BLANCO LUQUE, MANUEL
SOLAS LOPEZ, GABRIEL
TORRES GUTIERREZ, JOSEFA
SANCHEZ MARTIN, ESTEBAN
TALERO MARTOS, RAFAEL
OLIVER ROMAN, SANTIAGO
FERNANDEZ GUTIERREZ, CRISTOBAL
MAZARIEGOS CALDERON, BALDOMERO
MIJANGOS ALONSO, JORGE
LARA CASADO, MANUEL
EXPOSITO COLOME, PABLO
MENA COBO MANUEL
LOPEZ MORON, RAFAEL
DUQUE MARTINEZ, LUIS
GARCIA GARZON, RAMON
MARTINO ROSARIO, GUILLERMO
LINAZA, ENRIQUE
LLAGUNO GONZALEZ, JOSE
FERNANDEZ VALDES, ANTONIO
SANCHEZ PINZON, JOSE
GOMEZ MORENO, PEDRO
SOLAS LOPEZ, GABRIEL
CAÑO MUÑOZ, MANUEL
ROMERO CARRILLO, FERNANDO
BARRERA MORENO, JUAN
LEON SOLA, TRINIDAD
BARRIOS DE LA CAL, ENCARNACION
PEREZ FERNANDEZ, FRANCISCO
PUIG PIÑON, ROGELIO
CHAMORRO EXPOSITO, FRANCISCO
GOMEZ PEREZ, MIGUEL
PEREZ GARCIA, FRANCISCO
Leg. 183 Núm. 7869 Sum. 13123.
—