Bando: Izquierda y/o Republicanos - Otros | Municipio: Alcalá la Real |
Historia:
39 años, perito aparejador, natural de Puebla de Heijar (Teruel) y vecino de Madrid, casado con Pilar Castro, 1 hijo, domiciliado en calle Fernández de los Ríos, 27.
Jaén, 17 abril 1943. Hechos:
– Antiguo sindicado en la CNT, delincuente habitual antes de surgir la guerra estaba reclamado por diversos juzgados. Cobarde y criminal déspota y enemigo furibundo de la ley, del orden, de la religión y la familia.
– No actuaba a impulsos de determinadas ideas políticas ni sociales sino al dictado de sus desórdenes y perversos instintos. Odiaba a los “marxistas”, a los comunistas, a los fascistas y a toda persona o entidad que pudiera obstaculizar la realización de sus caprichos criminales.
Es un sujeto de lo más peligroso que puede hallarse entre la “reala marxista” que ensangrentó y arruinó a España en la guerra civil.
– Comienza su actuación unos días antes de la guerra trayendo de Barcelona a Madrid un vagón de armas con destino a los cenetistas. Le sorprendió el inicio de la contienda en Madrid y según declaración del propio procesado intervino en el asalto del Cuartel de la Montaña.
– Es nombrado delegado de compras en el seno de la Delegación de Abastos recorriendo gran parte de España requisando unas veces y comprando otros víveres para las milicias anarquistas de la capital.
– A mediados de agosto de 1936 el general Martínez Cabrera organiza una nutrida columna denominada Andalucía-Extremadura dándosele al procesado el mando de uno de los grupos que estaba integrado por presidiarios, asesinos y pistoleros. Dicho grupo fue conocido con el nombre Batallón “Pancho Villa”. Este batallón antes de hacer presencia en la provincia anduvo por diferentes pueblos dejando en todos ellos hondas huellas de sangre, terror, desolación y ruina. En Gandía, Lorca, Tabernas de Valdigna y en Sueca, por orden del procesado o al menos con su consentimiento se perpetraron numerosos crímenes.
– En el sumario se detallan los referidos asesinatos y los nombres de las numerosas víctimas. En primero de septiembre de 1936 instala su cuartel general en Alcalá la Real sembrando el terror en toda la comarca, hasta el extremo de que los dirigentes comunistas y socialistas de la capital y pueblos de la provincia se hallaban atemorizados ante el criminal proceder de Pancho Villa.
– El procesado no acataba órdenes de ningún jefe, movía a sus fuerzas con la más absoluta libertad, imponiendo sus órdenes incluso a las más altas autoridades republicanas.
– En el pueblo de Alcalá la Real, Los Villares, Iznatoraf y Frailes, soldados procedentes del batallón de Pancho Villa cometieron numerosos crímenes participando directamente el procesado en los asesinatos cometidos en la madrugada del 12 de septiembre de 1936 en el lugar conocido por “Arroyo de Las Parras”. En los citados pueblos y en Castillo de Locubín también se dedicaron al robo y a la incautación de cuantos objetos de valor y víveres encontraban en sus correrías.
– Destruyeron imágenes sagradas de diferentes parroquias, cuadros religiosos y ornamentos de la misma naturaleza.
– El procesado y los soldados de la columna manifestaban con frecuencia que habían asesinado a muchas personas en Guadalajara, elogiando a Pancho Villa porque había matado con saña a un teniente de regulares que tuvo la desgracia de caer prisionero en las garras de las “hordas rojas”.
Mató a 3 o 4 soldados de los suyos, por haber cometido éstos sin su consentimiento acciones crimínales diciendo el procesado que lo hizo para imponer la disciplina y evitar que se repitieran tales hechos.
– Por el pánico que le producía la batalla en los frentes de combate, no se enfrentó al mando de su batallón con las fuerzas nacionales hasta el extremo que al ordenarle el jefe de la brigada que atacase la posición denominada Cabeza del Molino, se autolesionó apenas iniciado el combate disparándose un tiro en la pierna derecha.
No aceptó el ofrecimiento que le hizo personalmente el Ministro de la Guerra para que mandase la 79 Brigada o sea aquella a la que pertenecía su unidad. En cambio sí aceptó y desempeñó en los últimos meses de la guerra el empleo de jefe presidente de fortificaciones en el 7º Cuerpo de Ejército residiendo en Agudo (Badajoz) prestando sus servicios en retaguardia.
– Puede afirmarse que el procesado con fines o con razones que no se determinan en el sumario le salvó la vida a muchas personas y liberó de la prisión a numerosos vecinos derechistas, haciendo estas meritorias acciones pistola en mano e imponiéndose enérgicamente a las autoridades locales e incluso a las provinciales.
– Al terminar la guerra no consiguió huir al extranjero domiciliándose en Madrid con documentación falsa, usando el nombre falso de José Mantecón Sierra.
Fallo: pena de muerte.
Libro 41 / Leg. 725 Núm. 21842 Sum. 21461.
—
CNT.
Fuente: La Guerra Civil en Alcalá la Real y sus aldeas. Verano de 1936.
ISBN: 978-84-9194-437-9.