Bando: Izquierda y/o Republicanos - Otros | Municipio: JAEN |
Historia:
Farmacéutico.
Jaén, 12 febrero 1940. Hechos:
– De antecedentes izquierdistas hasta el punto de que en 1931 fue concejal republicano y poco después presidente de la Diputación de Jaén con el mismo carácter que uno de los fundadores de Izquierda Republicana en Úbeda de la que fue presidente.
– En las elecciones de 1936 consiguió un acta de diputado con la citada filiación política.
– Al iniciarse la contienda no tuvo actuación destacada aunque se dice que fue comisario general del Ejército de Andalucía y fue uno de los que organizó las primeras milicias marxistas. Estos cargos no han podido comprobarse habiéndose comprobando que en unión de otros dirigentes estuvo con las milicias en los frentes de Montoro, Villa del Río (Córdoba) y Jaén.
– Frecuentemente se trasladaba a Úbeda, pueblo de su vecindad y en sus propagandas se mostraba contrario al movimiento nacional y a las personas derechistas contra las que se pronunciaba. Si bien no se ha comprobado que ordenara detenciones ni asesinatos su actuación en aquellos primeros meses fue incolora y secundaria reforzado de escasa autoridad contra los “gerifaltes rojos” de la provincia sin embargo favoreció a bastantes personas perseguidas y por el contrario negó en otras ocasiones por causas no determinadas salvoconductos y protección a otras personas como Tomás Ruiz Gómez y el sacerdote D. Juan Villar, poco después asesinados pero no consta que el procesado tuviera participación en tales crímenes.
– Intervino en los primeros días en la recogida del aparato emisor de radio que había en la comandancia de la Guardia Civil, impidiendo con ello la comunicación de estas fuerzas con el resto del territorio nacional español en que había triunfado el movimiento.
– Ya muy avanzada la guerra su actuación fue más preponderante y colaboró consecuentemente con su filiación por el triunfo de la “causa roja”, entrando a formar parte del comité del Frente Popular Provincial si bien no consta y así se deduce en el sumario que en ese intervalo de tiempo se cometieran crímenes por orden de tal organismo ni por inducción del procesado.
– Hay testigos que declaran en el sumario que el procesado en sus propagandas decía “que había que arrasar las iglesias y los obreros emplear las hoces para cortar cabezas a los señoritos” así como que había que asesinar a todos los señoritos y sus familias para que no quedaran rastros. Estas inducciones no tuvieron suficiente fuerza para originar crímenes ni desmanes.
Fallo: pena de muerte.
Libro 13.
—
Tiene expediente de Responsabilidades Políticas.
Fuente: Archivo Histórico Provincial de Jaén. Signatura 39531.
—